Documento 2 - ADRIENNE RICH
Sobre mentiras, secretos y silencios
Barcelona, Icaria, 1983
Lo que tenemos en el presente es una universidad centrada en los hombres, un plantel, no del humanismo, sino de los privilegios masculinos. A medida que las mujeres, gradualmente y una pizca a la fuerza, han sido admitidas a la corriente principal de la educación superior, han participado en un sistema que prepara a los hombres para asumir papeles de poder en una sociedad centrada en el hombre, una sociedad que plantea y enseña "hechos" generados por una tradición intelectual masculina y que indirectamente y directa confirma los hombres como líderes y promotores del destino humano tanto dentro de como fuera de la academia.
He tratado de mostrar que el androcentrismo en la universidad no sólo socava y explota a las mujeres sino que vierte a los hombres que quieren triunfar al callejón sin salida de la unilateralidad masculina.
Por tanto, las mujeres en la universidad necesitan hablar entre ellas (...) para desplazar el centro de gravedad de la institución tan lejos como sea posible; para trabajar en una universidad centrada en la mujer, porque solamente si el centro de gravedad puede moverse, podrán las mujeres ser verdaderamente libres para aprender y enseñar, para compartir sus fuerzas (…)
Un producto colateral de tal cambio de prioridades por supuesto significará, en última instancia, un inicio de retos intelectuales a los hombres con la suficiente valentía intuitiva y madurez emocional para reconocer hasta qué extremo la cultura centrada en el hombre los ha limitado y cegado también a ellos.