3. Autoridad y genealogía femeninas
El tratamiento individualizado y biográfico de los sujetos históricos no disfrutaba hasta ahora de mucho prestigio. Buscar modelos en los personajes que emergían de la historia se consideraba científicamente erróneo. Se trataba de favorecer el distanciamiento, la contextualización y el pensamiento racionalmente documentado. En consecuencia, la identificación y el desarrollo del imaginario no constituían una finalidad de las investigaciones. A pesar de eso, desde los estudios feministas se ha puesto de relieve las consecuencias que para la vida de las mujeres ha tenido la carencia de modelos históricos de referencia, ya que ha favorecido que las mujeres asumieran su inferioridad respeto a los hombres. Desde este punto de vista, alcanza una gran importancia el hecho de hablar de mujeres cuyas existencias hagan patentes la potencia femenina. Al reconocer su autoridad, la subordinación de las mujeres no se ve negada, pero sí reubicada, ya que no ocurre la única medida de su experiencia.
La individualización de figuras destacadas dentro del saber y la cultura no implica situarlas en un contexto atemporal ni mantenerlas en el aislamiento, ya que el pensamiento y el saber que han desarrollado las mujeres en las más diversas disciplinas no han salido de la nada. Han tenido precedentes y han abierto nuevas vías. Por lo tanto, hay que situarlas en este devenir, donde continuación y creación, individualidad y herencia, no se excluyen sino que se refuerzan mutuamente. La inclusión de las figuras femeninas en genealogías propias potencia la propia figura, al tiempo que crea tradición.
La diferencia sexual requiere la adecuada representación en un orden simbólico en el cual se den dos sujetos. A fin de que las mujeres puedan construir para sí mismas una identidad sexuada, tienen que establecer una relación genealógica con el propio género, una relación que requiere la existencia de figuras que permitan dar cuerpo y nombre a la subjetividad femenina.
Diferentes pensadoras, como Luce Irigaray o Victoria Sau, han puesto en evidencia el matricidio originario sobre lo que se asienta la cultura a la sociedad occidental. Porque, si bien nuestras sociedades provienen de dos genealogías y no de una, el poder patriarcal se organizó a través de la sumisión de una genealogía, la femenina, a la otra. Es por eso indispensable la afirmación de la existencia de una genealogía de mujeres, genealogía personal y genealogía simbólica. De esta manera puede empezar a configurarse una cultura femenina, que permita a las mujeres la construcción de un modelo de identidad insertado dentro de su género.
Hablan las mujeres
Enlaces
Referencias Imágenes
- Oliva Sabuco
www4.gvsu.edu/.../Women%20Writers/enlaces460.htm - Sabuco – Nueva Filosofía
www.sabuco.eu - Firma Oliva Sabuco
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http://astronomia2009.es/Proyectos_pilares/Ella_es_una_Astronoma/Calendario_2009:_Astronomas_que_hicieron_historia.html - Demèter – Persèfone Museu Britànic
- Spero – Godness Nut Catàleg exposición Disidances (MACBA)
- Herralda – autores
www.bacm.creditmutuel.fr/HORTUS_PLANCHE_12bas... - Mujeres alquimistas
http://gandia.nueva-acropolis.es/pagina.asp?art=2238