Documento 17. EVELYN FOX KELLER

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Hace diez años yo me dedicaba por entero (aunque no estuviera del todo contenta) a mi trabajo como biofísica y matemática. Creía con todo mi corazón en les leyes de la física, y en el lugar que éstas ocupan en la cúspide del conocimiento. Pero, mediada la década de los setenta, se hizo preponderante otro tipo de cuestionamiento, que alteró por completo mi jerarquía intelectual: ¿En qué medida está ligada la naturaleza de la ciencia a la idea de masculinidad, y qué podría significar que la ciencia fuera de otra forma distinta?.

El supuesto tan extendido de que un estudio sobre género y ciencia sólo podía ser un estudio sobre las mujeres todavía me deja atónita: si las mujeres se hacen, más que nacen, sin duda alguna lo mismo les ocurre a los hombres. Y también a la ciencia.