Documento 5. TERESA DE CARTAGENA
A Maria-Milagros Rivera, Nombrar el mundo en femenino
Barcelona, Icaria, 1994, pp. 36-37
Muchas veces se me ha hecho entender, virtuosa señora, que algunos de los prudentes varones y asimismo hembras discretas se maravillan o se han maravillado de un tratado que, la gracia divina administrando mi delgado feminal entendimiento, mi mano escribió (...). Creo, muy virtuosa señora, que la causa porque los varones se maravillan que mujer haya hecho tratado no es para no ser acostumbrado en el estado femenino, sino sólo en el varonil. Pues los varones hacer libros y aprender ciencias y usar de ellas, lo tienen en uso desde antiguo tiempo que parece ser habido por natural curso y por eso nadie se maravilla.
Se maravillan las gentes de lo que en el tratado escribí y yo me maravillo de lo que en verdad callé (...). Pues la experiencia me hace cierta y Dios de la verdad sabe que yo no tuve ningún otro Maestro ni me aconsejé con ningún otro letrado, ni lo trasladé de libros, como algunas personas con maliciosa admiración acostumbran decir. Pues sólo ésta es la verdad: que Dios de las ciencias, Señor de las virtudes, Padre de las misericordias, Dios de toda consolación, quien nos consuela en toda tribulación nuestra, Él solo me consoló, y Él solo me enseñó, y Él solo me leyó