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Termino Definición
Androcentrismo

El enfoque de un estudio, análisis o investigación desde la perspectiva masculina únicamente, y la posterior utilización de los resultados como a válidos para la generalidad de los individuos, hombres y mujeres.

Autoridad

Palabra que proviene del latín augere, que significa "crecer, hacer crecer". Según Lia Cigarini, es una figura del intercambio, una figura simbólica y, en tanto que tal, no se ejerce ni puede encarnarse en una mujer concreta, sino que da sentido a las relaciones.

La autoridad es reconocida libremente y remite a la confianza. El sentido de la autoridad en la práctica de la diferencia consiste al reconocer la superioridad de otra mujer, apoyándose como en una palanca para la liberación de los propios deseos.

Diferencia sexual

El problema que el pensamiento de la diferencia sexual propone es que el hecho de ser mujer no encuentra lugar al orden patriarcal, si no es reduciéndose a la función que el propio orden decreta.

Una de las creadoras del pensamiento de la diferencia femenina Luce Irigaray (Speculum, Espéculo del otro que se mujer, París, 1974) critica el derecho exclusivo del uso, de cambio, de representación de un sexo por el otro y señala que el cuerpo femenino ya no es objeto del discurso de los hombres, sino que ocurre objeto de subjetividad femenina que se experimenta y se identifica a sí misma.

En la búsqueda histórica, la diferencia de ser mujer es una clave que permite descubrir en el pasado la presencia femenina, demasiado a menudo escondida por el uso del lenguaje neutro, pretendidamente universal, así como recuperar y significar las experiencias vividas por las mujeres en un determinado contexto social, más allá de los aspectos relacionales entre ambos géneros, otorgando un especial interés a las mujeres en su individualidad y en los grupos de mujeres poco hegemónicos.

Genealogía

Concepto que sirve para marcar, socialmente y simbólica, el género femenino. Establecer un vínculo entre mujeres se convierte en la clave para leer la realidad y la experiencia. La delimitación de genealogías femeninas, anuladas en la sociedad patriarcal, se presenta como una necesidad de orden simbólico y social.

Para Irigaray el mito de Deméter ilustra el devenir de las relaciones madre-hija, a la vez que habla de la interrupción de la genealogía femenina, violentamente cancelada por la orden patriarcal. E insiste en que, a fin de que se pueda constituir una identidad sexuada, hay que establecer una relación genealógica con el propio género, una relación que requiere la existencia de figuras que permitan dar cuerpo y nombre a la subjetividad femenina.

Género

Es la delimitación cultural del comportamiento que se define como apropiado a cada sexo dentro de una sociedad determinada y en un momento determinado. El género como organizador social no opera de una manera neutra y no da en absoluto, por lo tanto, a dos sociedades paralelas, sino que actúa directamente vinculado a un principio jerarquizador.

Joan Scott da una definición de género, que es el resultado de dos proposiciones interrelacionadas: el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder. Es decir, el género es el campo primario -no el único campo- a través del cual se articula el poder.

Los modelos de género cambian a lo largo del tiempo y de unas sociedades a otras. Además, en cada sociedad no existe un único modelo -aunque todos los de cada género presentan rasgos comunes-, al estar en relación con otros factores, como la clase social o la etnia.

Matricidio

Nuestras sociedades provienen de dos genealogías: madres-hijas y padres-hijos. Pero el poder patriarcal se organizó a través de la sumisión de una genealogía, la femenina, a la otra. Así, la pérdida de la potencia simbólica materna, de la potencia femenina, se tiene que inscribir en la destrucción de la pareja madre-hija, de la relación mujer-mujer, causada por la intromisión violenta del orden masculino.

La forma de acceso al orden cultural, se organiza ya en el interior de una sola línea de filiación masculina, mientras que la relación de una mujer con su madre carece de símbolos. Las relaciones madres-hijas a las sociedades patriliniales quedan subordinadas a las relaciones entre hombres. Por eso se hace necesario restaurar este pilar ausente a nuestra cultura, lo cual requiere una modificación de los códigos simbólicos, en particular del lenguaje y del derecho.

Querella de las mujeres

La Querella de las Mujeres fue una práctica política que nació en Europa en las últimas décadas del siglo XIV y perduró hasta la Revolución Francesa, es decir, hasta las postrimerías del siglo XVIII. Consistió en un debate literario de hombres y de mujeres cultos para poner en palabras las relaciones de los sexos y entre los sexos nacidas de la crisis del feudalismo.

Orden simbólico femenino

A fin de que pueda existir un orden simbólico femenino, la pensadora Luce Irigaray señala la necesidad de la existencia de dos ejes: uno vertical -el reconocimiento de autoridad femenina- y la otra horizontal -uno "entre mujeres" . Si la relación horizontal entre mujeres permite significar la común pertenencia de género, el reconocimiento de autoridad femenina, que hace patente la disparidad entre laso mujeres, remitiría a la relación materna, la relación del origen.

Orden simbólico patriarcal

Organización social del patriarcado que privilegia la mediación paterna como sistema único y excluyente de relación, imponiendo la ley del padre. En sus orígenes se situaría el matricidio o cancelación de la genealogía materna y el contrato sexual, siendo este una de sus instituciones básicas junto con la heterosexualidad obligatoria.

Patriarcado

La toma de poder histórica por parte de los hombres sobre las mujeres, la agente ocasional de la cual fue de orden biológico, aunque fue elevado a categoría política y económica. Una toma de poder que pasa por el sometimiento de las mujeres a la maternidad, la represión de la sexualidad femenina y la apropiación de la fuerza de trabajo total del grupo dominado, el primer producto del cual, aunque no lo único, son los hijos.

Así, el patriarcado se convierte en un sistema familiar y social, ideológico y político a través del cual los hombres determinan cuál es el papel que las mujeres tienen que ocupar a fin de que estén siempre en una situación de sumisión. Un sistema que se estructura a partir de la fuerza, los ritos, la tradición, el lenguaje, la educación, las leyes, la división del trabajo…

Sexismo

Conjunto de todos y cada uno de los métodos utilizados en el seno del patriarcado para poder mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación al sexo dominado: el femenino. El sexismo abarca todos los ámbitos de la vida y las relaciones humanas, de manera que no es imposible no hacer una relación exhaustiva ni tampoco aproximada de sus formas de expresión y puntos de incidencia.

Violencia

El abuso de la fuerza o energía desplegada impetuosamente contra una persona con el propósito de herir, abusar, humillar, dominar, torturar o destruirla.

La violencia puede manifestarse de diferentes formas. Existe una violencia verbal (aquélla en que se utiliza el lenguaje oral para ofender directamente a la persona, hiriendo su dignidad), física (aquellas acciones en que se utiliza el uso de la fuerza física para conseguir una finalidad) o psicológica (una violencia que puede manifestarse de forma sutil y que se dirige a minar la confianza, la seguridad o la autoestima de las mujeres), entre otros.

 
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